1.1.11

¡Dinamizadores de la sociedad!: CITAS PARA LA VIDA...

¡Dinamizadores de la sociedad!: CITAS PARA LA VIDA...

Prevenir imprevistos
http://interactua10-11.blogspot.com/2011/01/prevenir-imprevistos-la-puerta-bajo-el.html

Empatia- amor.
http://interactua10-11.blogspot.com/2011/01/empatia-amor-lo-que-piensa-la-novia.html

Recursos humanos
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Motivacion laboral
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Efectividad
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El otro punto de vista
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El ojo (y los demás sentidos)
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El psiquiatra
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Oración
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Religiosos
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Verdad y mentira
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Inteligencia
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Enseñar no es igual a aprender
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Primer aprendizaje
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EMPATIA-AMOR (Lo que piensa la novia)

La madre: “¿Qué es lo que le gusta a tu novia de ti?”.
 El hijo: “Piensa que soy guapo, inteligente y simpático y que bailo muy bien”. 
“¿Y qué es lo que te gusta a ti de ella?”
 “Que piensa que soy guapo, inteligente y simpático y que bailo muy bien”.

PREVENIR IMPREVISTOS (La puerta bajo el brazo)

Un amigo a otro: “¿Adónde vas con esa puerta bajo el brazo?”
 “Es la puerta de mi casa. He perdido la llave y voy a que me pongan en la puerta una cerradura nueva”.
“Procura ahora no perder la puerta, no vaya a ser que no puedas entrar en casa”.
 “No hay cuidado: he tomado la precaución de dejar una ventana abierta”.

RECURSOS HUMANOS (Tener un hermanito)

“Mamá, quiero tener un hermanito”.
 “Pero si acabas de tener uno ...”
“Pues quiero tener otro”.
“Verás... no puedes tener otro hermanito tan pronto. Lleva tiempo hacer un hermanito”.
“¿Y por qué no haces lo que hace papá en la fábrica?”
 “¿Y qué hace papá?” “Emplear a más hombres”.

MOTIVACION LABORAL

Un director de empresa que acababa de asistir a un seminario sobre MOTIVACION llamó a un empleado a su despacho y le dijo: “De ahora en adelante, se le permitirá a usted planificar y controlar su propio trabajo. Estoy seguro de que eso hará que aumente considerablemente la productividad”.
 “¿Me pagarán más?”, preguntó el empleado.
“De ningún modo. El dinero no es un elemento motivador, y usted no obtendría satisfacción de un simple aumento de salario”.
“Bueno, pero si aumenta la productividad, ¿me pagarán más?”
 “Mire usted”, dijo el director. “Evidentemente, usted no entiende la teoría de la motivación. Llévese a casa este libro y léalo: en él se explica qué es lo que realmente le motiva a usted.”
 Cuando el empleado salía del despacho, se detuvo y dijo: “Y si leo este libro, ¿me pagarán más?”.

EFECTIVIDAD (Con los pies en la mesa)

Un experto en rendimiento laboral le presentaba su informe a Henry Ford: “Como puede ver, señor, el informe es altamente favorable, excepto en lo referente a ese individuo que está en el vestíbulo. Siempre que paso por allí él está sentado y con los pies encima de la mesa. Está malgastando su dinero, señor”.
“Ese hombre”, replicó Ford, “tuvo una vez una idea que nos hizo ganar una fortuna, y creo recordar que sus pies se encontraban entonces en el mismísimo lugar en que se encuentran ahora.

EL OTRO PUNTO DE VISTA (El limpiaventanas y la mujer)

Una mujer salió de la ducha completamente desnuda, como es lógico, y cuando iba a coger la toalla, vio, horrorizada, que había un hombre en un andamio limpiando la ventana y mirándola complacido.
Le produjo tal sorpresa la inesperada aparición que se quedó totalmente paralizada y con la cara desencajada, mirando con asombro a aquel sujeto.
“¿Qué pasa señora?”, preguntó alegremente el individuo, “¿no ha visto nunca a un limpiaventanas?”.

EL OJO (Y LOS DEMAS SENTIDOS)

El ojo le dijo un día a uno de sus colegas: “Allende esos valles observo una montaña cubierta de nubes. ¡Cuánta solemnidad!”
“¿Dónde está eso que ves?”, le preguntó el oído tras prestar atención a lo dicho por el ojo.
“No escucho su voz”.
 Por su parte la mano adujo: “Vanamente me propongo sentirla y no lo consigo. Tal montaña no existe”.
Y la nariz objetó: “Para mí resulta imposible decidir que tal montaña exista sin que pueda captar su aroma. Mi conclusión es que no existe”.
 El ojo, desviado hacia otros confines celestes rió para sí.
Entretanto, el resto se reunió aparte para juzgar los desvaríos de aquél y tras una larga discusión dictaminaron: “Sin ninguna duda, el ojo ha enloquecido

EL PSIQUIATRA

Un hombre acudió a un psiquiatra y le dijo que todas las noches se le aparecía un dragón con doce patas y tres cabezas, que vivía en una tremenda tensión nerviosa, que no podía conciliar el sueño y que se encontraba al borde del colapso. Que incluso había pensado en suicidarse.
“Creo que puedo ayudarte”, le dijo el psiquiatra, “pero debo advertirte que nos va a llevar un año o dos y que le va acostar a usted tres mil dólares”. 
 “¿Tres mil dólares?”, exclamó el otro.
“¡Olvídelo! Me iré a mi casa y me haré amigo del dragón”.

ORACION (Agradecer lo que se va a recibir) (El toro):

“Iban dos hombres paseando por el campo cuando , de pronto, vieron ante ellos a un toro enfurecido. Al instante, se lanzaron hacia la valla más cercana, con el toro pisándole los talones. Pero no tardaron en darse cuenta de que no iban a conseguir ponerse a salvo, de modo que uno de ellos le gritó al otro:
“¡Estamos perdidos! ¡De ésta no salimos! ¡Rápìdo, di una oración!”
 Y el otro le replicó: “¡No he rezado en mi vida y no sé ninguna oración apropiada!”
“¡No importa, el toro nos va a pillar! ¡Cualquier oración servirá!”.
“Está bien, rezaré la única que recuerdo y que solía rezar mi padre antes de las comidas: Haz, señor, que sepamos agradecerte lo que vamos a recibir!”.

RELIGIOSOS (El paracaidista)

Un día en que soplaba fortísimo viento saltó un paracaidista del avión y fue arrastrado a más de cien millas de su objetivo, con la mala suerte de que su paracaidas quedó enredado en un árbol, del que estuvo colgado y pidiendo socorro durante horas, sin saber siquiera donde estaba. Al fin pasó alguien por allí que le preguntó: “¿Qué haces subido en ese árbol?”
 El paracaidista le contó lo ocurrido y luego le preguntó: “¿Puedes decirme dónde estoy?”
“En un árbol”, le respondió el otro.
“¡Oye, tú debes de ser clérigo...!”
El otro quedó sorprendido. “Sí, lo soy. ¿Cómo lo has sabido?”.
 “Muy fácil, porque lo que dices es verdad, pero no sirve para nada”.

VERDAD Y MENTIRA (El borracho en la cloaca):

Un borracho que vagaba de noche por las calles de la ciudad se cayó en una cloaca y, al ver que se hundía en aquella repugnante inmundicia, comenzó a gritar: “¡ Fuego, Fuego, Fuego!”.
Algunos transeúntes lo oyeron y corrieron a rescatarlo. Una vez que lograron sacarlo de allí, le preguntaron porque había gritado “Fuego” cuando en realidad no había fuego. Y les dio esta irrefutable respuesta: “¿Habría venido alguno de ustedes a rescatarme si yo hubiera gritado: ¡Mierda!”?

INTELIGENCIA (El perro inteligente)

“¿Sabes que tienes un perro muy inteligente?”, le dijo un hombre a su amigo cuando vio a éste jugar a las cartas con su perro.
 “No lo creas. No es tan inteligente como parece”, le replicó el amigo. “Cada vez que coge buenas cartas menea el rabo”.

ENSEÑAR NO ES IGUAL QUE APRENDER

Un amigo estaba convenciendo a otro de que había logrado enseñar a su perro a hablar. “Estoy contentísimo. He enseñado a mi perro a hablar”.
 “Eso no puede ser” le espetó el otro.
 “qué sí hombre, que he enseñado a mi perro a hablar”.
 Ante tal acontecimiento, al día siguiente el amigo fue en busca del perro a comprobar que éste hablaba y por más que lo intentó no logró sacar una palabra del mismo. Volvió a ver al dueño del perro y le dijo. “Eres un mentiroso. Me dijiste que habías enseñado a tu perro a hablar y no logré sacarle ni una sola palabra”.
A lo que contestó el amigo, “No te mentí y es cierto lo que te dije. He enseñado a mi perro a hablar, lo que pasa es que el muy estúpido no ha aprendido nada”.

PRIMER APRENDIZAJE (El gurú y el discípulo):

Un gurú prometió a su discípulo que había de revelarle algo mucho más importante que todo cuanto contienen las escrituras.
El discípulo, tremendamente impaciente, le pidió: “Maestro, quiero saber todo lo que tu sabes, quiero que me enseñes todos tus conocimientos, y lograr ser el hombre más sabio de la tierra”.
 El gurú le respondió: “Más importante de lo que yo te enseñe es lo que tu aprendas. Lograrás la verdadera sabiduría si eres capaz de aprender de todo aquello que te ocurra, si aprendes de tu propia experiencia, si eres capaz de tener la humildad suficiente para que tu actitud sea siempre la de estar abierto a todo lo que te dé la vida, de aprender de los grandes acontecimientos y de aquellas pequeñas cosas que parecen insignificantes”.
 “Sí, de acuerdo maestro” contestó aún impaciente el discípulo, “pero estoy deseoso de oírte, de que me enseñes y transmitas todo aquello que tu sabes”.
“Está bien” le dijo el gurú “Sal afuera, bajo la lluvia, y quédate con los brazos y la cabeza alzada hacia el cielo. Eso te proporcionará la primera revelación.”
Al día siguiente el discípulo acudió a informarle: “Seguí tu consejo, y me calé hasta los huesos... Y me sentí como un perfecto imbécil. “Bueno”, dijo el gurú, “para ser el primer día, es toda una revelación, ¿no crees?”.

CITAS PARA LA VIDA...

CITAS PARA LA FORMACIÓN / EDUCACIÓN

 

PEQUEÑAS HISTORIAS

 

Muchas veces hay pequeñas historias, frases y citas que son capaces de decir mucho más que grandes discursos.
De todas ellas se puede aprender algo y todas nos pueden decir algo.
Espero que os sirvan para vuestro futuro como educadores/as o, sencillamente, para vuestra propia vida...